Un regalo de la naturaleza que asombra al mundo, un fenómeno natural que podemos admirar cada vez que llueve en el desierto de Atacama.

Nuestro desierto de Atacama, el más árido del mundo, donde la lluvia no es habitual en la zona, por lo tanto, cuando ocurre, simplemente «florece el desierto», transformándose en alfombras de colores, que recorren gran parte del litoral entre Caldera y Huasco, y la parte sur de la capital regional Copiapó, hasta la ciudad de Vallenar.

Muchos han sido los turistas que han llegado, para disfrutar del desierto cubierto de flores, imágenes únicas que maravillan a los visitantes de todas partes del mundo, y que en Atacama atesoramos como propias; por lo que las autoridades regionales han puesto mucho énfasis en las medidas de cuidado y protección que las personas deben tener al ingreso de estos senderos maravillosos, para no destruir lo que la naturaleza nos regala, y las futuras generaciones puedan seguir teniendo el desierto florido en el futuro.

Con el anuncio de la creación del nuevo Parque Nacional, que hizo el Presidente Gabriel Boric, con el fin de proteger la biodiversidad del lugar, es de gran significancia para nuestro Desierto Florido y su protección. Este estará ubicado aproximadamente a 30 km al sur de Copiapó y a 85 km al norte de Vallenar.

El Desierto Florido, tan nuestro, como de todos; el llamado es a cuidarlo y que estas flores sigan iluminando el futuro de Atacama.