1 de noviembre: Día de todos los santos
¿CÓMO ENFRENTAR EL DUELO ANTE LA PÉRDIDA DE UN SER QUERIDO? RECONOZCA LAS CINCO ETAPAS DEL PROCESO.
Es un día especial en el calendario para honrar a nuestros seres queridos que han fallecido. Pero tras esta conmemoración cristiana hay deudos que lo están pasando mal y, en muchos casos, necesitan ayuda para enfrentar el proceso de pérdida.
La psicóloga Lorena Ceballos, explica que “es importante identificar las emociones por las que una persona suele atravesar en el proceso de luto”. Para eso puede ser de gran ayuda tener en cuenta el modelo de la psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross, quién identificó 5 etapas en su libro “Sobre la muerte y el morir”.
1. Negación
Esta primera reacción puede, inicialmente, aminorar el golpe de la muerte de un ser querido y postergar el dolor, ya que toma tiempo integrar que, una persona con la que se tenía un vínculo afectivo y muchas veces una historia compartida, ya no esté más. Esta etapa suele ser breve porque la realidad en algún momento se termina imponiendo a la negación.
2. Ira
En este periodo predominan los sentimientos de frustración e impotencia. Es común que los deudos busquen atribuir la responsabilidad de la pérdida a un tercero, o incluso al propio fallecido por no haberse cuidado, quedando atrapados en una reclamación que les impide despedirse adecuadamente de su ser querido.
3. Negociación
En esta fase, se comienza a asimilar la realidad, pero al mismo tiempo el deudo busca la manera de “revertir” simbólicamente el escenario, hipotetizando qué habría pasado si los acontecimientos hubieran seguido otros rumbos, si se hubiese tomado otras decisiones o estrategias distintas que podrían haber evitado el resultado final. Este cuestionamiento fácilmente se puede transformar en reproches, auto-reproches y sentimientos de culpa.
4. Depresión
Una profunda tristeza y sensación de vacío son características de esta fase. No se trata de una depresión clínica ni un problema de salud mental, sino a un conjunto de emociones vinculadas a la tristeza, la frustración y la angustia que son completamente esperables y naturales ante la pérdida de un ser querido. Algunas personas pueden llegar a sentir que no tienen motivación para continuar su vida sin la persona que partió, lo que les puede llevar a aislarse de su entorno y complejizar el proceso.
5. Aceptación
Una vez aceptada la pérdida, las personas en duelo aprenden a convivir con su dolor emocional en un mundo en el que el ser querido ya no está. Con el tiempo recuperan su capacidad de experimentar alegría y placer. Es algo así como una herida que acaba cicatrizando, lo que no implica olvidar al ser querido sino más bien permite seguir adelante con la propia vida.
Según la especialista CLC, “no hay sólo un modo de vivir este proceso ya que no todas las personas pasan necesariamente por cada una de las estas etapas señaladas, ni tampoco las atraviesan en un mismo orden específico, así que el duelo se puede manifestar de distintas maneras y en momentos diferentes para cada persona”, explica. Lo importante es estar atento cuando un duelo se vuelve crónico y la persona se queda paralizada, sin poder integrar la pérdida para seguir adelante.
Por eso, cuando aparecen complicaciones en el proceso de duelo, o se tiene dudas respecto de cómo actuar ante la familia, las personas deben recordar que existen profesionales capacitados para ayudar a sobrellevar las dificultades y hacer del proceso algo menos tortuoso. “Muchas veces los deudos no son conscientes que el dolor emocional se está volviendo crónico, es decir permanente. En ese caso es importante el apoyo de la familia y amigos para explorar una terapia de acompañamiento y buscar ayuda experta para encontrar herramientas y, en casos más complicados, recibir apoyo farmacológico si se requiere para que el duelo sea cursado de manera sana y la persona logre retomar las funcionalidades de su vida,” precisó la especialista.